Líderes republicanos de Cámara piden a demócratas iniciar investigación sobre virus del PCCh

Por Frank Fang
25 de mayo de 2021 12:03 PM Actualizado: 25 de mayo de 2021 12:03 PM

Dos líderes del Partido Republicano de la Cámara de Representantes están pidiendo a sus colegas demócratas que pongan en marcha una investigación «plena y completa» sobre los orígenes del virus del PCCh.

La solicitud proviene del jefe de la minoría de la Cámara de Representantes, Steve Scalise (R-La.), que es el miembro de mayor rango del Subcomité Selecto sobre la Crisis del Coronavirus, y del representante James Comer (R-Ky.), el principal republicano en el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes.

«Compartimos la evidencia de que el PCCh [Partido Comunista Chino] ocultó los orígenes del virus, manipuló a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para encubrir la gravedad del brote inicial y aprovechó la crisis para robar la investigación médica estadounidense, entre otras cosas», escribieron Scalise y Comer en su carta.

La carta estaba dirigida a James Clyburn (D-S.C.), presidente del Subcomité Selecto sobre la Crisis del Coronavirus, y a Carolyn Maloney (D-N.Y.), presidenta del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes.

Las respuestas iniciales de Beijing al COVID-19 —una enfermedad causada por el virus del PCCh que se conoce comúnmente como nuevo coronavirus— fueron una letanía de errores. Los más notables fueron su decisión de silenciar a los médicos denunciantes que intentaron advertir al público de un brote de «neumonía desconocida» en la ciudad de Wuhan en diciembre de 2019, y no reconocer que el virus era contagioso hasta el 20 de enero del año pasado.

Ahora, más de un año después del inicio del brote, Beijing sigue negándose a ser transparente: se negó a proporcionar datos brutos sobre los primeros casos de COVID-19 al equipo de investigación dirigido por la OMS que realizó un trabajo de campo en Wuhan a principios de este año. En marzo, Peter Ben Embarek, que dirigió el equipo, dijo durante una conferencia de prensa que el equipo no hizo «una investigación o auditoría completa» de ningún laboratorio en Wuhan.

Los miembros del equipo de la OMS Peter Daszak (derecha) y Marion Koopmans (izquierda) están acompañados por Peter Ben Embarek (centro) mientras salen de su hotel en Wuhan, una ciudad de la provincia central china de Hubei, el 10 de febrero de 2021. (Hector Retamal/AFP vía Getty Images)

Los resultados del equipo de la OMS concluyeron que la posibilidad de que el virus se originara por una fuga de laboratorio era «extremadamente improbable». Esa conclusión ha sido cuestionada desde entonces por muchos críticos, y la cuestión se puso aún más en tela de juicio cuando el Wall Street Journal reportó el domingo que tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan (WIV, por sus siglas en inglés) buscaron atención hospitalaria con síntomas parecidos al COVID-19 en noviembre de 2019. El reporte del WSJ se basó en un informe de inteligencia estadounidense no revelado.

El reporte del WSJ fue consistente con los detalles anunciados por una hoja informativa del Departamento de Estado publicada en enero. El departamento declaró que tenía razones para creer que «varios investigadores dentro del WIV se enfermaron en el otoño de 2019, antes del primer caso identificado del brote, con síntomas consistentes tanto con COVID-19 como con enfermedades estacionales comunes».

La hoja informativa también afirmaba que los investigadores del WIV habían estado realizando experimentos con el coronavirus de los murciélagos desde al menos 2016.

«A la luz de la nueva evidencia [del WSJ], y su continua negativa a reconocer las preguntas legítimas relacionadas con el PCCh, estamos escribiendo para renovar nuestra solicitud de hace tiempo para una investigación completa de la responsabilidad de China», escribieron Scalise y Comer.

Los dos legisladores señalaron los anteriores esfuerzos fallidos de los republicanos para presionar a los demócratas de la Cámara de Representantes para que tomen medidas para responsabilizar a China de la propagación del virus. Por ejemplo, Scalise y otros cuatro legisladores republicanos de la Cámara enviaron una carta (pdf) a Clyburn en mayo de 2020, en la que pedían una investigación similar sobre China en relación con el COVID-19.

“En repetidas ocasiones, pedimos una investigación completa para abordar esas preguntas. En repetidas ocasiones, usted ignoró nuestras peticiones», afirmaban.

Continuaron: «La negativa de la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes a seguir la ciencia, escuchar a los expertos e investigar los orígenes del COVID-19 plantea serias dudas sobre la credibilidad del Subcomité Selecto, ya que estamos en una posición única para encontrar la verdad, y la búsqueda de esas respuestas está directamente dentro de nuestra jurisdicción».

En su carta, Scalise y Comer también citaron a varios funcionarios de alto nivel de la Administración Biden, incluido el Dr. Anthony Fauci, y cómo ellos también pidieron una «investigación imparcial».

Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, dijo en una audiencia en el Senado el 11 de mayo que estaba «a favor de una investigación completa» para determinar si el virus procedía de accidentes de laboratorio. Ese mismo día, declaró a PolitiFact que ahora «no está convencido» de que el virus se desarrolló de forma natural.

Dr. Fauci
El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, se dirige a los miembros del Congreso durante una audiencia en Washington el 18 de marzo de 2021. (Susan Walsh/Pool/Getty Images)

El régimen chino ha negado que el origen del virus esté relacionado con el WIV y ha impulsado la hipótesis de una zoonosis natural, es decir, que el virus se transmitió a los humanos desde un huésped animal. Beijing también ha culpado a otros países, como India, Italia y Estados Unidos, de la pandemia, así como a las importaciones de alimentos extranjeros contaminados, como el salmón europeo.

«En resumen, hay pruebas de que el PCCh inició la pandemia, la encubrió y es responsable de la muerte de casi 600,000 estadounidenses y de millones más en todo el mundo», concluyeron Scalise y Comer.

Hasta el 24 de mayo, había más de 33.1 millones de casos de infección en Estados Unidos, con más de 590,530 muertes relacionadas con el virus, según la Universidad Johns Hopkins. El número de muertes en todo el mundo asciende ahora a más de 3.47 millones.

El lunes, la Casa Blanca reiteró su petición de una investigación internacional «transparente» sobre los orígenes del virus, durante una rueda de prensa de la secretaria de prensa Jen Psaki. Añadió que debería haber una «evaluación de los orígenes de la pandemia dirigida por expertos y libre de interferencias o politización».

Los críticos han denunciado que la investigación de la OMS a Wuhan a principios de este año carece de independencia.

La petición de una investigación internacional imparcial también surgió el lunes en el Senado.

«Estados Unidos y el mundo deben exigir una investigación completa e imparcial sobre los orígenes del COVID-19, con especial atención a los laboratorios de Wuhan», escribió el senador Tom Cotton (R-Ariz.) en Twitter, pidiendo al WIV y al Centro de Control de Enfermedades de Wuhan «que abran sus puertas y bases de datos para una auditoría completa de su investigación».

Cotton añadió: «El PCCh tiene que dejar de obstruir a los investigadores, de destruir pruebas y de decir mentiras ridículas».

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