Las autoridades chinas encubrieron el brote del nuevo coronavirus y el mundo perdió unos dos meses para dar respuesta, dijo el asesor de Seguridad Nacional, Robert O’Brien, en algunos de sus comentarios más fuertes contra China con respecto al virus.
Cuando se le preguntó sobre los funcionarios chinos que recientemente intentaron afirmar que el virus no comenzó en el país, O’Brien dijo que eso no era cierto.
“Se originó en Wuhan en la provincia de Hubei en China. Se originó hace un tiempo. Desafortunadamente, en lugar de utilizar las mejores prácticas, este brote en Wuhan fue encubierto. Hay muchos informes de reportes independientes de China, de ciudadanos chinos, de que los médicos involucrados fueron silenciados o puestos en aislamiento o ese tipo de cosas, de modo que la noticia de este virus no pudo salir «, dijo O’Brien durante una charla con la Fundación Heritage en Washington.
«Probablemente a la comunidad mundial le costó dos meses responder», dijo O’Brien.
Durante ese período de tiempo, los científicos podrían haber secuenciado el virus. Los equipos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) podrían haber estado en terreno.
«Creo que podríamos haber reducido drásticamente lo que sucedió en China y lo que ahora está sucediendo en todo el mundo», dijo O’Brien.
El virus, que causa una enfermedad llamada COVID-19, se ha extendido a más de 100 países, infectando a más de 110,000 personas y matando a miles.
China, finalmente, dejó entrar a un equipo de la OMS, pero solo después de semanas de negociaciones. China nunca permitió que un equipo de científicos estadounidenses ingresara al país, aunque varios estaban en el equipo de la OMS.
La misión conjunta de la OMS y China produjo un informe que elogió en gran medida las acciones tomadas por China e hizo poca mención de que el Partido Comunista Chino (PCCh) actuó para silenciar a los críticos y los denunciantes .
The Epoch Times ha obtenido decenas de documentos internos que muestran la disparidad entre las declaraciones y cifras oficiales de China y la situación real en el país. Los documentos de los funcionarios de salud de Shandong mostraron que las infecciones eran hasta 52 veces más altas que las cifras informadas oficialmente. Otros documentos mostraron que las autoridades requerían que las oficinas gubernamentales destruyeran los datos relacionados con el brote del virus.
Los informes internos del régimen muestran que los funcionarios chinos en la provincia de Hubei, donde el virus es más grave, han informado una serie de problemas, pero las autoridades han priorizado el control de la sociedad y la manipulación de la opinión pública sobre la epidemia. Otro documento mostró que los funcionarios comunistas están aumentando la propaganda que intenta retratar la propagación del virus de manera positiva.
Al mismo tiempo, los medios estatales chinos han difundido propaganda y noticias falsas sobre el brote de virus en Estados Unidos.
Otros funcionarios estadounidenses han expresado su preocupación sobre cómo China ha manejado el nuevo virus, que surgió en Wuhan a fines del año pasado.
Los intentos de Beijing de censurar «la magnitud de esta crisis de salud pública mundial» han puesto de manifiesto tales objetivos del PCCh: desde minimizar el número de muertos, sofocar a los críticos, hasta silenciar a los denunciantes que levantaron banderas rojas sobre el virus durante las primeras etapas del brote, dijo Lea Gabrielle, quien dirige el Centro de Compromiso Global en el Departamento de Estado, durante una audiencia en el Senado llevada a cabo este mes.
Rusia también está tratando de difundir narrativas falsas sobre el virus, dijo a los legisladores.
Para finalizar su encuentro del miércoles, O’Brien concluyó que China tiene la culpa de muchos problemas.
“La forma en que esto comenzó en China, la forma en que se manejó desde el principio, no es correcta. Debería haberse manejado de manera diferente ”, apuntó.
Eva Fu y Nicole Hao contribuyeron a este informe.
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