Un senador pidió que Estados Unidos lidere al mundo en la lucha contra los abusos de los derechos humanos, especialmente en China.
«Estados Unidos tiene la responsabilidad no solo como líder económico militar, sino como líder moral del mundo de destacar las violaciones de derechos humanos independientemente del lugar del planeta en el que se produzcan», dijo el senador Ed Markey (D-Mass.) dijo a NTD, un medio afiliado de The Epoch Times, el 9 de diciembre.
Elogió a la administración Biden por lanzar un boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 en Beijing en señal de condena a las atrocidades infligidas a las minorías musulmanas en Xinjiang.
Con una medida como esta, el mundo prestará más atención a «lo que le está sucediendo a este pueblo oprimido», dijo Markey.
“Es una declaración sobre los derechos humanos en Estados Unidos y sobre lo importante que es para nosotros que nuestra voz sea escuchada”, agregó.
Desde el anuncio del boicot diplomático por parte de Estados Unidos, Australia, Canadá, Gran Bretaña y Lituania se han unido a la iniciativa.
La Cámara de Representantes aprobó el miércoles una ley que prohíbe todos los productos de la región de Xinjiang debido a la preocupación de que los productos puedan estar manchados por el trabajo forzado, lo que Markey acogió con satisfacción como un paso para apartar a Estados Unidos de los abusos de derechos humanos cometidos por el régimen.
«No vamos a ser conspiradores voluntarios de ninguna manera en este afán de oprimir a los uigures de ninguna manera», dijo Markey. “Ellos no deben ser perseguidos por su religión, no deben ser explotados por su religión”.
El jueves, un tribunal popular independiente también declaró que el Partido Comunista Chino está cometiendo un genocidio contra los uigures y otras minorías musulmanas en la región del extremo occidental de Xinjiang.
Cuando se le preguntó si la práctica aprobada por Beijing de la sustracción forzada de órganos ha ganado suficiente atención, Markey respondió negativamente.
«Es importante que se preste atención a todo lo que está ocurriendo», dijo.
El Tribunal sobre China, en una sentencia de 2019, concluyó que el régimen chino ha estado sustrayendo órganos a la fuerza de prisioneros de conciencia durante años y «en una escala significativa», siendo los practicantes de la disciplina espiritual Falun Gong «probablemente la fuente principal».
Desde ese momento, legisladores y activistas de derechos humanos en Estados Unidos y en todo el mundo han instado a que se tomen más medidas sobre el tema, y algunos expertos dicen que las acciones de Beijing también equivalen a genocidio.
En los últimos meses, en Estados Unidos se han aprobado más de una docena de resoluciones destinadas a frenar el turismo de trasplantes de órganos a China, desde los condados hasta los estados.
En el Congreso, un grupo bipartidista de legisladores introdujo una legislación diseñada para identificar y sancionar a los traficantes de órganos.
«Ya es hora de responsabilizar a Beijing por estos actos atroces», dijo el senador Tom Cotton (R-Ark.) en una declaración que acompañaba la presentación del proyecto de ley en marzo.
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