La jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, tras los llamamientos internacionales a un «diálogo sincero», llamó a los manifestantes involucrados en una huelga en toda la ciudad asiática «agitadores» y «egoístas», después de que estallara la violencia en toda la ciudad este lunes.
En su conferencia de prensa semanal del 12 de noviembre, Lam dijo que la huelga convocada por «internautas extremistas» en toda la ciudad, durante la cual se obstruyeron las carreteras y se afectó la frecuencia del transporte público, tenía la intención de «paralizar» la ciudad, y añadió que sus acciones eran «extremadamente egoístas».
Las medidas tomadas para realizar la huelga, que comenzó ayer, fueron generadas por la ira pública como respuesta a la muerte de Alex Chow Tsz-lok, de 22 años de edad, quien murió de un paro cardíaco el 8 de noviembre tras los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía en Tseung Kwan O. La policía negó cualquier responsabilidad en la muerte del joven.
El 11 de noviembre, más de una docena de estaciones de metro fueron cerradas y algunos servicios de trenes ligeros sufrieron retrasos después de que los manifestantes tomaron una serie de medidas distintas, incluyendo la de lanzar objetos en las vías, bloquear el cierre de las puertas del metro y apretar los botones de emergencia en los vagones.
El martes, muchas estaciones de metro permanecieron cerradas mientras los manifestantes continuaban su campaña para bloquear las vías de comunicación e interrumpir el transporte público.
Lam agregó que si su gobierno decidiera detener sus actividades y operaciones diarias, sería caer en la «trampa» de los manifestantes. Añadió que no cederá a las demandas de los «amotinados».
Además Lam añadió que muchos estudiantes fueron arrestados en los últimos días, pidiendo a las escuelas que les recuerden a sus estudiantes que no participen en ninguna actividad ilegal y que se mantengan alejados de las áreas de protesta.
Ayer, la violencia se extendió a varias universidades cuando la policía entró a los campus y disparó gases lacrimógenos tras los enfrentamientos con algunos estudiantes que protestaban. Según HK01, un medio de comunicación de Hong Kong, al menos cuatro manifestantes fueron arrestados por la policía del campus de la Universidad China de Hong Kong después de que los estudiantes bloquearon las calles cercanas como parte de las medidas tomadas para realizar la huelga.
Manifestantes bloquearon los caminos cerca de la Universidad de la Ciudad de Hong Kong y la Universidad China de Hong Kong en la mañana del 12 de noviembre, lo que llevó a la policía a disparar gases lacrimógenos como respuesta en ambos sitios, según RTHK un medio de comunicación local.
Lam, como respuesta a la pregunta de un reportero sobre las próximas elecciones de los consejos de distrito del 24 de noviembre, dijo que las elecciones eran una parte importante del sistema político de Hong Kong. Expresó su esperanza de que se sigan celebrando en condiciones «justas y seguras», a pesar de que algunas oficinas de los candidatos pro Beijing fueron objeto de actos de vandalismo.
Lam tampoco se refirió al hecho de que Joshua Wong, el prominente líder estudiantil del Movimiento Paraguas 2014, se le impidió de participar en las elecciones. Tampoco hizo comentarios sobre las acusaciones de «persecución política» por los arrestos de siete legisladores pro-democracia, que desde entonces han sido puestos en libertad bajo fianza.
Preocupaciones internacionales
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Morgan Ortagus, emitió una declaración el 11 de noviembre, expresando su «grave preocupación» por la violencia en Hong Kong.
«Condenamos la violencia de todas las partes, extendemos nuestras condolencias a las víctimas de la violencia, independientemente de sus inclinaciones políticas, y pedimos a todas las partes -la policía y los manifestantes- que actúen con moderación», dice la declaración.
Ayer, un manifestante de 21 años de edad, de apellido Chow, recibió un disparo a corta distancia con una bala verdadera por un oficial de policía. Además, un hombre de mediana edad fue quemado después de una discusión con un grupo de personas en el barrio de Ma On Shan. Más tarde, la policía dijo que la discusión era con los manifestantes pro-democracia, pero no se identificó al perpetrador.
Ortagus pidió al gobierno de Lam y a los manifestantes que mantengan un «diálogo sincero… para hacer frente a las preocupaciones subyacentes que impulsan las protestas» e instó a Beijing a «cumplir los compromisos que asumió en la Declaración Conjunta Sino-Británica», que garantiza a la ciudad un alto grado de autonomía bajo el acuerdo «Un País, Dos Sistemas».
«Reiteramos el llamamiento del presidente Trump para una resolución humana de las protestas», dijo Ortagus.
El presidente estadounidense Donald Trump dijo en agosto que cree que el líder chino Xi Jinping puede resolver los problemas de Hong Kong «de una manera muy humana… si quiere».
Varios funcionarios estadounidenses y además la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, también hicieron declaraciones en las que criticaron el incidente ocurrido el 11 de noviembre.
La ONG Hong Kong Watch, con sede en el Reino Unido, el 11 de noviembre condenó en una declaración la escalada de la violencia policial, el uso de balas verdaderas y la acción ejercida contra el hombre de mediana edad.
Pidió al gobierno del Reino Unido que promulgara sanciones de la ley Magnitsky contra los autores de las violaciones de derechos humanos en Hong Kong, y al Congreso de Estados Unidos que aplicara la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong.
La propuesta de ley estadounidense fue aprobada por la Cámara el mes pasado y ahora está a la espera de ser votada en el Senado.
El 11 de noviembre, el senador republicano de Florida Marco Rubio acudió a Twitter para señalar la postura de Beijing sobre la escalada de violencia en Hong Kong.
«Pocos días después de que Beijing hiciera un anuncio de que el Partido Comunista de China aplicaría una ‘mano más firme’, la policía intensificó de manera temeraria la violencia contra los manifestantes», escribió, en referencia a los comentarios hechos por Zhang Xiaoming, director de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao, dentro del Consejo de Estado comunista de China.
En un artículo publicado en el sitio web oficial de la Oficina el 9 de noviembre, Zhang había pedido una «mano más firme» en Hong Kong, incluyendo el fortalecimiento del «poder policial» de la ciudad y la educación de los estudiantes sobre la «historia china», que se refiere a la parte de la historia aprobada por el Partido Comunista Chino.
Rubio añadió: «El mundo es testigo de la verdadera naturaleza del gobierno chino».
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