A 21 años del inicio de una violenta persecución contra millones de personas de fe, en la Ciudad de México se realizaron actividades para conmemorar la fecha del 20 de julio de 1999, en la que el régimen del Partido Comunista Chino (PCCh) prohibió la práctica pacífica llamada Falun Dafa.
Este sábado 18 de julio, frente a la Alameda del Centro Histórico de la Ciudad de México, un grupo de practicantes de Falun Dafa, ataviados con playeras amarillas, informaron a los transeúntes que se detenían para observar las demostraciones, sobre las mejoras para la salud integral que obtienen las personas que practican esta disciplina.
Cada año, en esta fecha, alrededor del mundo practicantes de Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, en más de 110 países salen a las calles y plazas públicas para denunciar la persecución de la que son objeto los practicantes de China por parte del régimen comunista.
A través de un stand informativo, carteles y folletos, la gente pudo saber sobre las violaciones a los derechos humanos y torturas a las que son sometidos los practicantes de Falun Dafa en China.
Además de la demostración de ejercicios y meditación, con una vigilia se honró la memoria de las personas asesinadas a causa de esta persecución.
Perseguidos por su fe
Falun Dafa, es una disciplina de meditación tradicional china con enseñanzas morales basadas en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, que se enseña de manera gratuita por voluntarios alrededor del mundo.
Esta práctica fue transmitida de forma privada en China por generaciones, hasta que en 1992 se presentó al público por primera vez, según informa Minhgui. A mediados de los años 90 el número de practicantes había crecido exponencialmente. Se calcula que para 1999, entre 80 y 100 millones de personas la habían adoptado.
A pesar de los beneficios que trajo a la nación asiática, los representantes del régimen chino vieron el número de practicantes de Falun Dafa como una amenaza al poder del partido comunista que contaba con unos 65 millones de afiliados.
El 20 de julio de 1999, bajo las ordenes del entonces líder comunista Jiang Zemín, la práctica fue prohibida, iniciando una persecución con numerosos arrestos y una extensa campaña mediática de propaganda contra Falun Dafa y sus practicantes.
Bajo las órdenes de Jiang se creó una estructura extrajudicial y extralegal denominada «oficina 610» para encabezar la persecución a Falun Dafa. Desde entonces y durante 21 años, la sistemática persecución a Falun Dafa en China ha sido perpetuada por los siguientes líderes comunistas, hasta nuestros días.
En 2018, el PCCh anunció una serie de reformas estructurales que incluían la disolución de la Oficina 610 y de otras dos organizaciones relacionadas con la persecución a Falun Dafa. Sin embargo, la medida era solo un tecnicismo, ya que el PCCh mantiene su línea dura hacia Falun Dafa, como lo demuestran las constantes detenciones, hostigamiento y los juicios secretos a los practicantes de Falun Dafa. Bajo el actual líder, Xi Jinping, han aumentado las violaciones de los derechos humanos en general.
Los practicantes de Falun Dafa también solían ser detenidos en campos de trabajo forzado durante años y sus sentencias generalmente eran prolongadas de manera arbitraria. En estos campos de concentración, los practicantes eran obligados a fabricar productos para la exportación, sometidos a lavados de cerebro y torturados, a veces hasta la muerte, en intentos para que renunciaran a su creencia.
En 2013, después de numerosas quejas, se anunció su cierre, pero las violaciones a los derechos humanos continuaron bajo el nombre de «centros de educación legal», según reportes de Minghui.
Asimismo, un gran número de practicantes recluidos en prisiones, centros de lavado de cerebro y psiquiátricos ha sido víctimas de la sustracción forzada de órganos en la industria china del turismo de trasplantes.
Desde principios de la década de 2000, los practicantes de Falun Dafa encarcelados en campos de trabajo y prisiones en China fueron utilizados como un banco de órganos para sustracción estando vivos y a pedido.
Las evidencias encontradas por investigadores independientes, así como los abogados canadienses David Matas y David Kilgour, y el periodista E. Gutman, concluyen que anualmente se realizan entre 100,000 a 600,000 trasplantes en China y que una gran parte de ellos proceden de órganos sustraídos a practicantes de Falun Dafa.
Una práctica necesaria en estos días
A pesar de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), los transeúntes de la Ciudad de México se interesaron por escuchar la información, ya que muchos de ellos desconocían que una persecución de esta naturaleza estuviera ocurriendo en nuestros días.
La señora Rosario Cabañas, una defensora de los derechos humanos de 64 años, dijo a The Epoch Times que considera que esta practica es necesaria: «Más en este momento en que la mayoría anda con miedo, con nervios, mucho estrés y angustia. Entonces, el ejercitarse, el mover nuestro físico es muy importante porque nuestros órganos y nuestro sistema se mueven y crean una defensa», dijo.
El señor Javier Torres, comerciante, también dijo que Falun Dafa le parece interesante y que él ya sabía acerca de la persecución desde hace tiempo, a través de una practicante china que le informó sobre las torturas a las que son sometidos.
«Entiendo que esto debe ser porque [al régimen] le interesa mantener a la gente con miedo, controlarlos», dijo. «El gobierno procura impedir que se desarrollen porque es una de sus estrategias para controlar a la población (…). Yo creo que debemos unirnos para no permitirlo», agregó. «No [deben] prohibir lo que nos puede ayudar para el crecimiento personal y para el bienestar de los seres humanos. Tenemos el derecho a ser libres».
Los practicantes locales también invitaron a apoyar una petición que pide el fin de la persecución y el rechazo al PCCh, responsable de estos crímenes y violaciones a los derechos humanos.
Informando en la embajada de China en México
El lunes 20 de julio, frente a la embajada de China en México, tuvo lugar otra actividad para pedir el fin de la persecución y crímenes de lesa humanidad contra los practicantes de Falun Dafa, en la que se mostraron los ejercicios e informó a la gente sobre los 21 años de persecución a Falun Dafa por parte del régimen comunista.
Desde hace 14 años, los practicantes mexicanos acuden cada semana al mismo lugar para denunciar pacíficamente esta persecución, pero hacerlo el 20 de julio tiene un significado especial porque recuerda el aniversario de su inicio y de ello hablaron con The Epoch Times frente a la embajada.
Oscar Suárez, un practicante de la Ciudad de México, dijo que después de conocer Falun Dafa, comenzó a participar en estas manifestaciones cuando supo que los practicantes «estaban siendo perseguidos, aunque no son personas agresivas o que violen las leyes».
Suárez comentó que las actividades pacíficas frente a la embajada tienen la finalidad de que «la gente conociera la persecución a los practicantes y (…) sobre la sustracción forzada de órganos. Nos resultó alarmante, no creíamos que estando vivos les sustrajeran los órganos», dijo.
Para Helena Saenz, quien ha practicado Falun Dafa por 10 años, el 20 de julio «es un día triste porque Jian Zemin decidió esta persecución para erradicar esta práctica de China, cuando millones hacían los ejercicios cada mañana antes de ir al trabajo, comenzaron a perseguirlos, torturándoles física y moralmente».
«Esta manifestación ante las autoridades chinas es para que termine esta terrible persecución y sean liberados todos los practicantes que están en China (…) y para que la humanidad sepa lo que esta sucediendo en China y que Falun Dafa es bueno», dijo a su vez Teresa Pérez, quien en sus 10 años como practicante, dijo haber recibido muchos beneficios por practicar esta disciplina en su salud, trabajo y vida familiar.
Además de los practicantes de Falun Dafa alrededor del mundo, gobiernos como el de Estados Unidos, legisladores de la Unión Europea y de otros países, recientemente también se han pronunciado pidiendo a China que termine inmediatamente este genocidio.
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¿Sabías?
Desde el 20 de julio de 1999 el comunismo chino lucha por eliminar a 100 millones de personas
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