El líder chino, Xi Jinping, lanzó indirectas a Estados Unidos el 20 de abril, durante un discurso pronunciado en el Foro anual de Boao para Asia. Las palabras de Xi generaron rechazo debido a la beligerancia del partido comunista, al que pertenece, en Xinjiang, Hong Kong, y su falta de buena voluntad para dar transparencia sobre la pandemia del virus del PCCh.
«Mandar a los demás o inmiscuirse en los asuntos internos de los demás no generará ningún apoyo», dijo Xi en su discurso de apertura del foro, según una traducción al inglés publicada por el medio estatal chino Xinhua. El Boao es el equivalente chino de Davos, una conferencia anual celebrada por el Foro Económico Mundial para impulsar la cooperación entre los sectores público y privado.
Muchos gobiernos occidentales, incluido Washington, han estado criticando al Partido Comunista Chino (PCCh) por sus violaciones de derechos humanos en Xinjiang, Hong Kong y el Tíbet, así como por su continua coacción militar contra Taiwán. Sin embargo, el régimen comunista ha desviado las críticas argumentando que los países no deberían «interferir» en los «asuntos internos» de China.
La indirecta Xi contra Washington no terminó ahí. Xi dijo que cualquier intento de «construir muros» o «desacoplarse» en la era de la globalización económica solo «dañaría los intereses de los demás sin generar ningún beneficio propio».
Estados Unidos ha impuesto numerosas restricciones a las exportaciones a China. Entre los productos vetados están los chips, un producto sobre el que Beijing tiene una fuerte dependencia. Las sanciones de EE.UU. han paralizado el negocio de teléfonos inteligentes del gigante tecnológico con sede en China, Huawei. El fabricante chino de chips SMIC también ha sido incluido en una lista negra comercial.
Algunos legisladores estadounidenses están pidiendo una disociación de las dos economías para salvaguardar los intereses estadounidenses. En febrero, el senador Tom Cotton (R-Ariz.) publicó un nuevo informe sobre China, en el que pedía el desacoplamiento de ciertos sectores estadounidenses y chinos, incluidos minerales críticos, entretenimiento, educación superior, telecomunicaciones y semiconductores.
En marzo, el representante Mark Green (R-Tenn.) recomendó que EE.UU. apoye el desarrollo de una base manufacturera en América Latina mientras se desacopla de China.
Xi dijo, sin nombrar ningún país en concreto, pero señalando a Estados Unidos: «No debemos dejar que las reglas establecidas por uno o unos pocos países se impongan a otros, ni permitir que el unilateralismo perseguido por ciertos países marque el ritmo de todo el mundo».
Xi agregó: «Debemos rechazar la mentalidad de la guerra fría y la suma cero y oponernos a una nueva ‘Guerra Fría’ y al enfrentamiento ideológico en cualquier forma».
Las palabras de Xi sobre tener una mentalidad de Guerra Fría han sido utilizadas por funcionarios del PCCh y los medios de comunicación estatales de China para atacar al gobierno de Estados Unidos y a sus funcionarios.
Por ejemplo, después de que el Departamento de Defensa de EE.UU. publicara un artículo sobre una entrevista del exjefe del Pentágono, Mark Esper, en julio del año pasado, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, utilizó el mismo argumento de la Guerra Fría para denunciar a «ciertos individuos en Estados Unidos» durante una sesión informativa.
En el artículo del Pentágono, Esper dijo: «Estamos en una era de competencia de grandes potencias… y eso significa que nuestros principales competidores estratégicos son China y luego Rusia».
Esper añadió: «Está muy claro para mí (y para cualquiera que entienda a China) que tienen ciertamente la ambición de desplazarnos de la región y del escenario global».
El discurso de Xi inmediatamente generó críticas en Twitter, en particular, por su comentario: «Lo que necesitamos en el mundo de hoy es justicia, no hegemonía».
Salih Hudayar, fundador del Movimiento Despertar Nacional de Turkestán Oriental, establecido en Washington, escribió que el mundo sí necesita justicia procesando a los funcionarios chinos, incluido Xi, en la Corte Penal Internacional «por dirigir el genocidio a los #Uigures y a otros pueblos turcos en el #TurquestánOriental ocupado».
El PCCh está cometiendo genocidio contra los uigures en Xinjiang, sometiéndolos a esterilización forzada, aborto forzado, tortura, trabajo forzado y la separación de niños de sus familias. Además, más de un millón de uigures están detenidos en campos de internamiento, instalaciones que el régimen comunista ha dicho que son «centros de formación profesional».
Sreeram Chaulia, profesor y decano de la Escuela Jindal de Asuntos Internacionales, de la Universidad Global O.P. Jindal de la India, escribió que el mundo necesita que se imponga la justicia sobre China por haber causado la pandemia de COVID-19.
COVID-19 es una enfermedad causada por el virus del PCCh, que el régimen chino intentó encubrir inicialmente mientras silenciaba a los médicos denunciantes, incluido el doctor Li Wenliang, quien intentó advertir al público sobre una nueva forma de neumonía en las redes sociales de China a fines de 2019.
“Los países de Asia necesitan justicia por la agresión territorial de China. La gente de #Xinjiang, #Tibet y #HongKong necesita justicia. #XiJinping debería dejar de sermonear a otros y reflexionar sobre las políticas inhumanas de China”, agregó Chaulia.
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