Varios legisladores republicanos expresaron su preocupación por las políticas de la Administración Biden hacia China cuando el secretario de Estado Antony Blinken testificó en una audiencia del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes el 10 de marzo.
A la cabeza de las críticas estuvo el representante Chris Smith (R-N.J.), que preguntó a Blinken si impondría «un coste serio» al Partido Comunista Chino (PCCh) por sus violaciones de los derechos humanos, y si mantendría la «lista de entidades» del Departamento de Comercio que incluye a las empresas chinas implicadas en abusos de los derechos humanos.
«He presidido más de 75 audiencias en el Congreso centradas exclusivamente en las violaciones de los derechos humanos del PCCh, como la persecución religiosa generalizada, la tortura, el trabajo en gulags, el aborto forzado, la sustracción de órganos, la supresión de la democracia, la censura de los medios de comunicación, el encarcelamiento de periodistas y blogueros y el genocidio», explicó Smith.
En respuesta a las preguntas de Smith, Blinken dijo que tenía la intención de crear «coaliciones de países con ideas afines que comparten esta profunda preocupación por los abusos de los derechos humanos en China».
Blinken explicó: «Estamos decididos a volver a situar los derechos humanos y la democracia en el centro de nuestra política exterior, para asegurarnos de que disponemos de las herramientas que necesitamos para ser más eficaces en el avance de los derechos humanos y la democracia».
El congresista Scott Perry (R-Pa.) interrogó a Blinken sobre su opinión acerca de la persecución del PCCh en la lejana región china de Xinjiang, concretamente sobre si el secretario de Estado estaba de acuerdo con la valoración del presidente Joe Biden de que China tiene «normas diferentes». Sin embargo, Blinken pareció eludir la pregunta.
«Hemos hablado y seguiremos hablando con fuerza, y haciendo brillar la luz sobre estas atroces violaciones de los derechos humanos», dijo Blinken.
Biden hizo el comentario durante un foro de la CNN a mediados de febrero, cuando recordó su conversación telefónica con el mandatario chino Xi Jinping días antes. Biden dijo: «Culturalmente, hay normas diferentes en cada país y se espera que sus líderes las sigan», en referencia a los abusos del régimen chino en Xinjiang.
Los críticos han dicho que las declaraciones de Biden dan legitimidad a los abusos de derechos del PCCh en la región de Xinjiang, donde más de un millón de minorías étnicas, incluidos los uigures, están actualmente detenidos en campos de concentración.
En enero, el entonces secretario de Estado Mike Pompeo declaró que Beijing había cometido «genocidio» y «crímenes contra la humanidad» contra los musulmanes uigures en Xinjiang.
La decisión de la Administración Biden de volver a unirse a la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue planteada por el representante Andy Barr (R-Ky.), quien dijo a Blinken que estaba «consternado» por la decisión, ya que el organismo sanitario fue un «co-conspirador en el encubrimiento del brote de la COVID-19 en Wuhan».
El expresidente Donald Trump anunció que Estados Unidos se retiraría de la OMS en mayo de 2020, alegando que la OMS se había negado a adoptar las reformas recomendadas por Estados Unidos. Después de asumir el cargo, Biden firmó una orden ejecutiva para detener la retirada de Estados Unidos.
Barr cuestionó a Blinken si el gobierno de Biden «se tomaba en serio la responsabilidad del PCCh» como causante de la pandemia.
En respuesta, Blinken dijo que era mejor que Estados Unidos introdujera reformas en la OMS desde dentro, en lugar de no formar parte de ella.
Beijing no reconoció públicamente que el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus, era contagioso hasta el 20 de enero de 2020, varias semanas después de que Taiwán advirtiera a la OMS del riesgo de transmisión entre humanos en un correo electrónico. La OMS ha negado que el correo electrónico contuviera tal advertencia.
La decisión de Biden de volver a formar parte de la OMS también fue una de las principales preocupaciones del representante Greg Steube (R-Fla.). Steube pidió a Blinken que explicara por qué Biden ha deshecho varias de las duras políticas de Trump con respecto a China, incluida la negativa a mantener al gigante tecnológico chino Huawei en la «lista de entidades» y el retraso de las normas que impiden la inversión estadounidense en empresas chinas con vínculos con el ejército chino.
Blinken no respondió completamente a la pregunta de Steube, pero defendió la decisión de Biden de volver a formar parte de la OMS.
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